Somos una congregación misionera, nacimos en la misión para la misión, cultivamos de manera especial: la caridad, la humildad, la sencillez y la alegría.

La misión la cultivamos en la oración, es la fuente, sin ella no hay inspiración ni escucha al Espíritu.

El ser misioneras, nos hace mujeres fecundas, por lo tanto, nos hacemos madres espirituales, madres que acogen, que corrigen y que enseñan con amor.

Somos mujeres contemplativas en la misión, y de esta manera, encontramos a Dios en el hermano que camina a nuestro lado. Mujeres apasionadas por el Reino y comprometidas con el anuncio del Evangelio que se nos ha confiado.

Estamos presentes en 10 países “animando e impulsando personal y comunitariamente el anuncio explícito de Cristo” (Cfr.C.C80) en la pastoral parroquial, educativa, en campos de misión.

“Nuestro primer campo de misión es la propia comunidad en su búsqueda constante de la caridad, atendiendo de manera especial a nuestras hermanas mayores”.

Y tú, que hoy nos lees, si te sientes llamado/a para ser misionero/a al estilo de San Agustín y de nuestros fundadores, ¡ánimo!, ¡atrévete! ¡no estás solo/a!, Dios está contigo! y nosotras también, te ayudaremos a descubrir y a cumplir el plan maravilloso que Dios tiene para tu vida.

¡Dios te ha llamado para ser feliz, atrévete y sé misionero/a junto a nosotras!
¿Te atreves?

Breve recorrido de la historia MAR

 

Nuestra hermosa historia se va forjando poco a poco. Dios empezó a soñarla años antes de reunir a nuestros fundadores, valiéndose de quienes han tenido que ver mucho con ella, en sus comienzos, crecimiento y a lo largo de toda nuestra vida: los Agustinos Recoletos.
En 1906, la provincia de San Nicolás de Tolentino abrió una casa en Shanghai con el objetivo de fundar una misión en el interior de China. En abril de 1923, la Congregación de Propaganda Fide les otorga el permiso para trabajar en la zona oriental de la provincia de Honan, con sede en Kueitehfú.

Además del padre Javier Ochoa, fueron los primeros en ir a la misión 4 jóvenes recién ordenados: Mariano Gazpio, Luis Arribas, Mariano Alegría y Sabino Elizondo.

El 8 de enero de 1929 llega el nombramiento de primer Prefecto Apostólico al Padre Francisco Javier Ochoa.

Ante las muchas necesidades de la misión, entre otras: atención del hogar de niñas abandonadas, formación de catequistas, formación de religiosas para una nueva congregación, Monseñor Ochoa resuelve ir a España en busca de religiosas. Con este deseo, lo encontramos allí, en noviembre de 1930. Después de algunos intentos, el padre Teófilo Garnica le comenta del entusiasmo por las misiones en algunos conventos de Clausura. Con esta motivación acude al convento del Corpus Christi de Granada, al de la Encarnación de Madrid y a otros, y logra conseguir tres religiosas para llevar a su misión: La madre Esperanza Ayerbe de la Cruz, la madre Carmela Ruiz de San Agustín y la madre Ángeles García de San Rafael.

El 2 de marzo de 1931 salen para la misión. Llegan a Kueithefú el 19 de mayo de 1931. En Manila se les había unido Sor Dolores del Sagrado Corazón, de las Agustinas Recoletas de Filipinas. Entran a la Iglesia de la Misión Central, donde se entona el “Te Deum”.

Después del saludo de los Padres, Fray Mariano Alegría las condujo al “convento”, donde las esperaban las futuras postulantes y las niñas de la Santa Infancia.

Desde ese momento, todo fue aprender: costumbres, comida, lengua… El padre Alegría fue su profesor de mandarín.”.

Fue elegida como superiora la madre Esperanza. A Sor Ángeles la encargaron del cuidado de las huerfanitas, a quienes enseñaba el amor a Jesús y a sus compañeras. También a coser y a cocinar. Todo lo que les podría ser útil en su futuro como buenas esposas y madres solícitas. Solía salir a visitar cárceles, enfermos, en fin, a “pescar almas”.
A Sor Carmela le encargaron la formación de las catequistas y más tarde, la formación de las jóvenes religiosas “Catequistas Agustinas de Cristo Rey”, fundadas por Monseñor Ochoa, nueve de las cuáles hicieron su profesión religiosa el 29 de diciembre de 1934. A Sor Dolores la nombraron procuradora.

En 1938, las madres Esperanza y Carmela viajaron a España, por una parte, por motivos familiares de la madre Carmela, pero también soñando con fundar un noviciado. La madre Ángeles quedó sola en China.

Con muchas dificultades logran su objetivo. Es en Monteagudo, Navarra, perteneciente a la diócesis de Pamplona donde comienza el noviciado con el deseo de preparar misioneras para ir a China, pero China no abre las puertas, ni siquiera es posible la comunicación. Fundan algunas casas en España.

En 1944, las madres Esperanza y Carmela estaban buscando donde ir a fundar, fuera de España. En septiembre de ese año, los padres, Honorato Urrutia, provincial de la provincia de Ntra. Sra. de la Candelaria y Eugenio Ayape, su secretario, van a Monteagudo a visitar a las hermanas. Estaban de paso después de haber participado en el Capítulo General. Ellos les manifestaron sus deseos de llevarlas a Colombia, las invitaron seriamente. Y Dios permitíó que se diera esta posibilidad.

El 5 de junio de 1945, el arzobispo de Bogotá, Monseñor Ismael Perdomo, las autorizó para fundar en Bogotá.

El 2 de Octubre de 1945, llegaron a Bogotá la madre Esperanza con las hermanas Lourdes (Resurrección Martínez), Camino (Catalina Echauz) y Purificación (Josefa Rubio) y Visitación Herce, postulante. Las esperaban los padres Honorato Urrutia y Eugenio Ayape y muchísima gente conocida de los padres agustinos. La ceremonia de acogida fue en la Iglesia de la Candelaria.

Obtienen permiso para abrir el noviciado y admitir al postulantado, al noviciado y a la profesión.

El hecho de fundar en Colombia y la imposibilidad de comunicación con Filipinas, a quienes se había unido canónicamente, influyeron decisivamente en el reconocimiento, el 18 de enero de 1947, por decreto de la Sagrada Congregación de Religiosos, de la nueva congregación de Agustinas Recoletas Misioneras de María (Actualmente Misioneras Agustinas Recoletas).

Así como hizo monseñor Ochoa, de llevar misioneras a China, también Monseñor Ignacio Martínez, agustino recoleto, Administrador Apostólico de la Prelatura de Lábrea, Brasil, en 1935 llevó hermanas Agustinas Recoletas a su misión de Lábrea. Fueron las hermanas: Adelaida Miguel de la Transfiguración, del convento de Vitigudino, María Sagrario del Convento de Pamplona y Buen Consejo del convento de Madrid.

Ellas al igual que las tres hermanas que trabajaban en la Misión de China, se agregaron a la congregación de Manila, con los permisos requeridos por la Santa Sede. En Lábrea surgieron vocaciones, y con el permiso de la Sup. Gral. de Manila abrieron un noviciado.

Monseñor Ochoa escribió al Sr. Cardenal de Brasil y a las hnas., informándolas de la nueva fundación que tenía en mente y ofreciendo la oportunidad de unirse al proyecto.

D. Jaime de Barros Cámara, Arzobispo y cardenal de Brasil, llamó a las MM. Adelaida, B. consejo y Sagrario y a las demás hermanas, en particular, preguntándoles si querían unirse a las Agustinas Recoletas Misioneras de María de España y desligarse de las Agustinas Recoletas de Filipinas. Con el “Si”, en el momento del reconocimiento de la nueva congregación de Misioneras Agustinas Recoletas, las hermanas de Brasil formaron parte de ella, al igual que la madre Ángeles García quien todavía se encontraba en China.

Una vez constituida la Congregación, poco a poco fue extendiéndose en varios países.
Mons. Francisco Javier Ochoa elaboró las Constituciones y les dio el escudo con el lema SOLI DEO HONOR ET GLORIA.

En 1955 fueron incorporadas a la Congregación las Agustinas Recoletas Terciarias, de Cali (Colombia).

En el capítulo general de 1969 se cambió el nombre de la congregación a: Misioneras Agustinas Recoletas.

En el VII capítulo general de 1987 se aprueba constituir la Congregación en provincias, viceprovincias y delegaciones.

Cuando China se abrió, permitió la entrada, algunos padres chinos volvieron a sus pueblos. Monseñor Nicolás She, tenía en su diócesis, jóvenes que deseaban ser religiosas. Preguntó a las MAR si querían acogerlas. Ante la respuesta positiva, continuaron con monseñor la formación, y en 1993 profesaron las tres primeras. Actualmente hay unas 24 hermanas chinas.

La V Determinación del XI Capítulo General 2011 dice: “Teniendo en cuenta la disminución de hermanas en condiciones de responder a los compromisos pastorales adquiridos y las necesidades comunitarias, como la atención a las hermanas mayores y enfermas, vemos la necesidad de reestructurar nuestra congregación, buscando durante el proceso las condiciones para “Salvaguardar el sentido del propio carisma, promover la vida fraterna y estar atentas a las necesidades de la Iglesia tanto universal como particular” (VC 63).

A partir del XII Capítulo General, “La Congregación pasa de una estructura por jurisdicciones a un solo gobierno general” (Determinación VI.1)

Actualmente el gobierno general está constituido por la superiora general y siete consejeras que atienden las siguientes áreas:

  • Pastoral en la Iglesia local
  • Pastoral educativa
  • Pastoral vocacional
  • Atención a hermanas mayores
  • Formación
  • Secretaría y Comunicaciones
  • Administración

Se busca dar un nuevo impulso a la Congregación, en todos los ámbitos, asumiendo un plan estratégico, como medio para la revitalización y reestructuración. Se ve la necesidad de una auténtica renovación y conversión personal, comunitaria e institucional, de manera que atentas a los signos de los tiempos sigamos los caminos que muestra el Señor.

Actualmente estamos en los siguientes países:

España, Colombia, Brasil, Argentina, Venezuela, México, Cuba, Ecuador, Perú y China.

En Colombia estamos presentes en:

  • Barranquilla con la atención al Hogar Hermano Policarpo y una residencia de ancianos de los Padres Camilos.
  • Bogotá, Casa san Agustín que atiende a las hermanas mayores
  • Bogotá, Casa Noviciado Nuestra Señora de la Consolación}
  • Cali, Convento de La Merced
  • Cali, Colegio Nuestra Señora de la Consolación
  • Cali, Comunidad de hermanas mayores
  • Yopal, en el Centro Misional