“Dios nos ama a todos, y el mal no prevalecerá”. Con estas palabras y una cercanía desarmante, el nuevo Papa León XIV, primer Pontífice agustino en la historia de la Iglesia, se dirigió al mundo desde el balcón de la basílica vaticana el 8 de mayo. En sus primeras palabras como Sucesor de Pedro, dejó claro su estilo: misionero, confiado en Dios y marcado por la espiritualidad de san Agustín.

Un saludo que es ya un programa

“No tengan miedo”, dijo con voz firme pero cálida. “Estamos en las manos de Dios. Y con Él, podemos caminar juntos.” Sin protocolo innecesario, sin discursos teológicos: fue un mensaje que entró directo en el corazón.

El Papa León XIV se presentó como un pastor entre los suyos, consciente de la carga que asume, pero también de la gracia que lo acompaña. “La paz que les doy es la de Cristo. Una paz que nada ni nadie puede quitar”.

Agustino de formación, universal de espíritu

La elección de un Papa agustino es histórica. León XIV pertenece a la Orden de San Agustín, de la cual fue superior general entre 2001 y 2013. En sus palabras resuena la pasión de Agustín por la verdad, la comunión y la cercanía pastoral. Su lema episcopal, In illo uno unum, resume una vida dedicada a hacer de muchos, un solo corazón en Dios.

“La Iglesia es como una carrera de relevos: uno recibe el fuego y lo transmite. Yo recibo hoy el fuego de la fe y quiero caminar con todos”, dijo ante una plaza emocionada.

Biografía de un pastor entre pueblos

Robert Francis Prevost nació en Chicago, Estados Unidos, en 1955. Profesó en la Orden de San Agustín en 1981 y fue ordenado sacerdote en 1982. Estudió Derecho Canónico en Roma, y en 1988 fue enviado como misionero a Perú, donde trabajó durante casi dos décadas, especialmente en el Vicariato Apostólico de Chulucanas.

En 2001 fue elegido Prior General de los Agustinos, cargo que desempeñó hasta 2013. Posteriormente, el Papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo (Perú) en 2014. En 2020 fue llamado a Roma como miembro de la Congregación para los Obispos, y en 2023 fue designado prefecto de ese Dicasterio y creado cardenal.

El 8 de mayo de 2025 fue elegido Papa con el nombre de León XIV, evocando el legado social de León XIII.

Un corazón agustiniano que ora por la paz

Entre las primeras palabras de su saludo como Papa destacó una plegaria poderosa:

“Que mi saludo de paz llegue hasta el último rincón de la tierra.”

El Papa León XIV subrayó que la fe no es una ideología, sino un encuentro; y que su deseo es que la Iglesia siga siendo “una madre, no un tribunal”. Con estas frases, marcó ya una línea pastoral que recoge la herencia del Papa Francisco, pero con un rostro nuevo: fraterno, sencillo, misionero.

Una bendición para toda la Iglesia

Desde la Orden de Agustinos Recoletos acogemos con inmensa alegría al Papa León XIV, nuestro hermano en el carisma de san Agustín. Rezamos por su pontificado y nos ponemos, como ya expresó el Prior General, a su servicio, en comunión plena y con la alegría de formar parte de este momento histórico.

Con profundo gozo, la Orden de Agustinos Recoletos ha recibido la elección del nuevo Sucesor de Pedro, el Papa León XIV, miembro de la Orden de San Agustín. En un mensaje lleno de gratitud, fidelidad y esperanza, el Prior general, Fray Miguel Ángel Hernández, OAR, ha expresado la comunión plena con el nuevo Pontífice, asegurándole oración, obediencia y servicio a la Iglesia.

“Cuente con nosotros, Santo Padre”

Desde Roma, en nombre de toda la familia agustino recoleta presente en cuatro continentes, Fray Miguel Ángel Hernández ha dirigido unas palabras al nuevo Papa León XIV, manifestando la obediencia y el deseo de caminar bajo su guía como Pastor Supremo del rebaño.

“Queremos trabajar en comunión en favor de la evangelización de los pueblos y de la unidad de la Iglesia. Cuente con nosotros, Santo Padre, en todo lo que esté a nuestro alcance para contribuir, desde nuestra pobreza, a la construcción de la civilización del amor.”

Una elección que llena de esperanza

El nuevo Pontífice ha sido elegido en un momento clave para la Iglesia, tras la muerte del Papa Francisco. La elección de un religioso agustino —como lo fue también san Agustín de Hipona, doctor y padre de la Iglesia— es un signo providencial que fortalece la comunión entre carisma y misión.

El Prior general ha querido destacar esa dimensión espiritual recordando una frase de san Agustín:

“Bendito sea Dios, que se dignó exaltar al apóstol Pedro sobre toda la Iglesia. Es muy apropiado que este fundamento sea honrado, ya que es el medio por el cual podemos ascender al Cielo.” (Sermón 15 sobre los Santos)

Una promesa de oración y fidelidad

El mensaje concluye con una plegaria confiada por el nuevo Sucesor de Pedro:

“Le pedimos su bendición y le prometemos nuestra oración, para que el peso de la cruz que carga sobre sus hombros sea llevadero y la carga ligera.”

Comunión, obediencia y amor a la Iglesia

La Orden de Agustinos Recoletos se une así al júbilo de toda la Iglesia por la elección del Papa León XIV. Y, con la alegría de saberse bajo la guía de un nuevo Pastor, renueva su compromiso con la misión de la Iglesia universal: evangelizar, servir, orar y construir comunión.

La Orden de Agustinos Recoletos se une al júbilo de la Iglesia universal y asegura su oración por el nuevo Papa, guía del pueblo de Dios.

Roma ha vuelto a hablar con el lenguaje del Espíritu. Desde la chimenea de la Capilla Sixtina, la fumata blanca ha anunciado al mundo una noticia que llena de esperanza a millones de corazones: Habemus Papam. Tenemos Papa.

La elección de un nuevo sucesor de Pedro es siempre un momento de gracia para la Iglesia. Un nuevo pastor ha sido llamado por Dios para confirmar en la fe a sus hermanos y guiar al Pueblo de Dios en tiempos de esperanza y desafíos.

Desde el primer instante, los Agustinos Recoletos —extendidos en más de 20 países— se han unido en oración por el nuevo Pontífice. “Ya rezamos por ti”, como expresa el mensaje que acompaña la imagen del humo blanco, signo visible de la elección. Rezamos por su ministerio, por su sabiduría, por su fidelidad al Evangelio, y para que el Señor lo fortalezca en su servicio a la Iglesia y al mundo.

En comunión con toda la familia agustino recoleta —religiosos, religiosas y laicos—, acogemos con gratitud al nuevo Papa y renovamos nuestra disponibilidad para servir a la Iglesia allí donde más se necesite. Como San Agustín nos enseñó, “con vosotros soy cristiano, para vosotros soy obispo”. Hoy, estas palabras resuenan con fuerza en quien ha dicho sí al llamado de Dios desde la Cátedra de Pedro.

¡Bienvenido, Santo Padre! Caminamos contigo.